Capítulo 1. La importancia de la primera impresión.

Capítulo 1. La importancia de la primera impresión.

Su madre le dirigió una mirada de desaprobación. La gente caminaba de un lado a otro arrastrando las maletas por el pulido y brillante suelo del aeropuerto. La multitud se mostraba desorientada y acudía a toda prisa a los pequeños puestos de información como si les fuese la vida en ello. Una muchacha malhumorada, acompañada de sus padres, esperaba hastiada frente a la puerta de llegadas procedente de Londres. Repiqueteó con el pie en el suelo con actitud desafiante, intentando mostrar sin tapujos su pésimo estado de ánimo. Su madre le dirigió una sonrisa encantadora; estaba eufórica.

- ¡Levanta más el cartel, ____!, no vaya a ser que no nos vea – dijo mientras su marido le rodeaba los hombros 
con un abrazo.

“Ojalá no nos vea; eso sería un golpe de suerte”, pensó ____. Ladeó la cabeza y, sintiéndose estúpida, alzó las manos todo lo que pudo, se puso casi de puntillas y movió de un lado a otro aquel ridículo cartel, en el que se leía en letras grandes y redondas : "Somos la familia Graham, ¡bienvenido a América!"
Debería haber estado celebrando el inicio de las vacaciones navideñas con sus amigos; sin embargo, se encontraba allí anclada con la ridícula pancarta, esperando la llegada de un completo desconocido, gracias a que sus adorables padres habían decidido acoger en casa a uno de esos aburridos estudiantes de intercambio. Un inglés, para ser más exactos. ____ nunca había simpatizado con aquellos amantes del té; se le antojaban demasiado refinados, y ella tendía a ser despreocupada y poco detallista.

- Como esperemos más, celebraremos el fin de año en el aeropuerto - farfulló con un deje de aburrimiento.
- Compórtate con nuestro invitado ____ - ordenó respaldada por los continuos asentimientos del padre con la cabeza - Pasará un mes con nosotros, así que, lo quieras o no, tendrás que llevarte bien con él.
- Entonces, ¿se supone que el famoso inquilino queda bajo mi protección? Si es así no durará ni dos días con vida. Esto es América - espetó, y soltó un bufido.
-Chist...

El señor Graham le indicó que guardase silencio. ____ alzó la vista hacia la puerta de llegadas, por donde había comezado a salir gente. Todos le parecieron raros, estrafalarios o indignos de entrar en su casa. La joven era bastante reservada - contrariamene a sus solidarios padres -, así que no simpatizaba con la idea de tener que convivir con un extraño; más bien le aterrorizaba. Estaba segura que, por callado e insensible que fuese aquel inglés, se sentiría invadida e incómoda.
Se giró sorprendida cuando unos dedos firmes y seguros golpearon suavemente su hombro derecho. Miró de arriba abajo al muchaho que se encontraba frente a ella y le dedicaba una mueca desagradable. Tenía el cabello rizado y lo llevaba perfectamente peinado - ni un solo mechón suelto se rompía de aquella inusual armonía - y en su rostro destacaban unos llamativos ojos verdes y penetrantes.

- Yo... soy Harry.
- ¿Tú eres el estudiante que...? - comenzó a preguntar _____, pero fue interrumpida rápidamente por su efusiba madre.
- ¡Harry! ¡Ya pensábamos que no llegabas, cariño! - La señora Graham lo estrecho entre sus brazos, con lo que despertó de inmediato el desagrado del joven, que, un tanto arisco, no disfrutó demasiado aquel confiado contacto físico.
- Encantado - dijo el padre de ____, al tiempo que le estrechaba calurosamente la mano -. Ya verás lo bien que te lo vas a pasar estas vacaciones; te hemos preparado una habitación, espero que te guste. Apenas tardaremos en llegar a casa, está a veinte minutos en coche.

____ clavó la vista en el suelo, muerta de vergüenza. ¿Por qué sus padres tenían que comportarse siempre como si estvieran pirados? ¿Tan difícil era ser un poco normal? Ser normal significaba para ella no abrazar al chico de intercambio, ni llamarle "cariño", ni enrrollarse hablándole de su nuevo hogar. Esperó impaciente, fingiendo que no estaba allí, hasta que el eufórico encuentro se calmó.
Harry había esbozado poco a poco una mueca de terror. No era de extrañar. Ni por asomo había esperado aquel recibimiento y, teniendo en cuenta que ambos padres hablaban a la vez, apenas entendía nada. Durante el trayecto en coche asintió con la cabeza ante todo lo que le decían con la esperanza de acertar en algo.

- Bien ya hemos llegado - anunció la señora Graham cuando su marido aparcó frente a una acogedora casa de dos pisos.

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Hey Girls ... Espero que les aya gustado :) Les gusta la foto? Yeeeahh los chicos vienen el 3 de Mayo :D Espero poder ahorar suficiente dinera para el mes que viene asi poder conseguir la entrada... Un Besooo grande Comenten :)

LoVe... LoVe....

~·Aldy~· : Jejeje a yo se que te iba a gustar ;) Espero que te guste el capi :3 un beso sexy...