sábado, 22 de junio de 2013

Capitulo 10 - Colegas

<<Colegas>> 

En cuanto los vio a lo lejos, Harry reprimió el vehemente impulso de huir. Quería, realmente deseaba desaparecer de allí. En un parque repleto de insectos, donde las abejas zumbaban a su antojo de un lado a otro y los caracoles babeaban la corteza de los árboles, se amontonaba un grupo de seres extraños. Le miraban de forma rara. Le miraban demasiado, a decir verdad; como si le estuviesen estudiando para describirlo después en un importante examen. Asió del codo a _____ y se inclinó para hablarle al oído. 
—Dime que esos no son tus amigos —masculló—, dime que solo son un grupo circense que ha decidido descansar un rato antes de marcharse a otra ciudad. 
_____ sonrió con aire malicioso. Sí, claro que sí: aquellos eran sus amigos. Todavía no habían llegado todos, algunos siempre se retrasaban y no se dignaban aparecer hasta media tarde. Se giró hacia Harry, cuyo rostro estaba ahora pálido, tornándose de un blanco intenso como si estuviese cubierto de deliciosa nata montada. 
—Son simpáticos, tranquilo. 
—Solo un ciego podría estar tranquilo en estos momentos —añadió él en voz baja. Y, por un instante, deseó ser ciego para no ver a esos elementos. 
Llegaron hasta el banco de madera donde todos estaban sentados. A Harry se le ocurrió la estúpida idea de sonreír al máximo, mostrando tensión en la curvatura de los labios. Uno de los chicos, de aspecto macarra, se abrochó la chaqueta de cuero hasta el cuello mientras le echaba al rubio un vistazo rápido, como si estuviera decidiendo si lo mataba allí mismo o esperaba un poco antes del derramamiento de sangre. 
—¿Tu amigo nos está enseñando su nuevo blanqueamiento dental o qué? 
—Charles, él es Harry, el chico que va a pasar un mes en mi casa —los presentó _____, ignorando el comentario del primero. 
—Encantado de conoceros —dijo Harry. 
Todos rieron. 
—¡Qué chico tan formal! —explotó Cloe, que le dedicó un seductor pestañeo antes de mirar a sus amigos—. No como estos, que solo saben comportarse como animales. Yo también estoy encantada de conocerte, guapo —dijo, y le dio un beso en la mejilla. 
Harry torció el rostro dibujando una mueca de asco. _____ se inclinó con disimulo hacia él. 
—Como te limpies las mejillas te mato —le advirtió. 
Él la miró apenado. 
—Por favor, estoy lleno de pintalabios. Haz algo o montaré un espectáculo. 
_____ aprovechó el hecho de que casi todos sus amigos estaban entretenidos entre ellos para fingir que iba a quitarle una pestaña del ojo con un pañuelo. Hoscamente, le restregó las mejillas y le libró de la pesada carga de gérmenes que tanto le preocupaban. Él sonrió divertido. 
—Gracias, sirvienta. Ya puede retirarse —le susurró bromeando. 
Ella le fulminó con la mirada, advirtiéndole con antelación de que no estaba dispuesta a soportar sus juegos en ese momento. Harry suspiró y comenzó a aburrirse poco después. Los amigos de _____ eran incluso más raros que ella. El tal Charles le miraba francamente mal, como si fuese un estorbo. Otros dos se dedicaban a ignorarlo, hablando entre ellos. El resto eran chicas. Todas ellas le observaban expectantes, haciéndole a _____ preguntas sin sentido sobre él, especialmente Cloe. 
—¿Y cómo se lleva con tu hermano? —preguntó una de ellas, Nixie. 
—Oh, pues… bien —balbució _____, sin estar segura de qué decir al respecto. 
—Hum… —Nixie sonrió, mordiéndose el labio inferior—. ¡Marcus es tan sexy! 
Harry parpadeó confundido. ¿Aquello era sarcasmo? Estaba a punto de reír tontamente para quedar bien cuando advirtió que el comentario sobre la sensualidad del Mendigo iba en serio. 
—Espero que no decida nunca cortarse las rastas, perdería todo su atractivo salvaje —añadió la chica. 
—¡Tía, que es mi hermano, córtate! —se quejó _____. 
Harry iba a protestar a su vez, diciéndole «¡Tía, no estoy sordo! Y tus comentarios duelen», pero se contuvo. Quería estudiar a aquellos individuos. Eran realmente curiosos, algo estrambóticos también. Rápidamente dejó a un lado al grupo de chicos, que no le hacían ningún caso, y se acercó más a ellas, como un felino sigiloso que acaba de descubrir que la carne existe. 
—¿Te está gustando América, Harry? —le preguntó Cloe, mientras se retocaba el pintalabios, de un rojo ciruela. 
—Sí, mucho. El supermercado es genial —contestó. 
Cloe lo miró extrañada. Después se sacudió la larga melena rubia hacia atrás con soltura. Harry dedujo que no le llegaba a él ni a la suela de los zapatos en cuanto a elegancia. 
—¿Te gustaría venir esta noche a mi casa? —preguntó la chica, sin ningún tipo de vacilación en la voz. Harry tragó saliva despacio, sintiendo cómo el miedo le revolvía el estómago—. He pensado que podríamos reunirnos todos allí, para ver películas y… lo que surja. 
«Y… lo que surja.» Harry miró a _____ desesperado, deseoso de que ella le defendiese, ¡tenía que hacer algo! Era demasiado guapo como para pasar desapercibido, eso lo entendía sin problemas. Y lo aceptaba, vaya que sí. Pero, ciertamente, no estaba preparado para enfrentarse a aquella devoradora de hombres, que parecía realmente hambrienta. Tragó saliva despacio.
—No creo. Me gusta acostarme pronto, siempre lo hago —se excusó. Y era cierto. 
Cloe sonrió con malicia, Harry lo notó en el brillo inhumano de sus ojos claros, que se encendieron como una linterna en medio de la oscuridad. 
—No importa —se acercó más a él—, puedes quedarte a dormir en mi casa si quieres. Mis padres no estarán… 
Él palidecía por instantes. _____ le miró divertida, mientras Nixie continuaba halagando al piojoso de Marcus. Intentó pensar en algo que lograse fastidiar a las dos chicas: tanto a la insaciable de Cloe como a la idiota de _____, que no se dignaba sacarlo de aquel apuro. Sonrió con gesto malévolo cuando una idea cruzó su mente como una estrella fugaz. 
—Si me quedase a dormir en tu casa, _____ se pondría realmente celosa. Es bastante posesiva —explicó, señalando a la aludida, que le miraba con la boca abierta. 
_____ apretó los puños con fuerza, furiosa. ¿Cómo podía mentir tan vilmente? ¡Ella hubiese estado encantada de que se quedase a dormir en casa de Cloe! ¡Y no solo un día, sino hasta que tuviese que regresar a Londres, a ser posible! Perderle de vista sería un regalo divino. 
—Cloe, no te lo aconsejo —le dijo a su amiga—. Tiene ladillas —añadió. 
Harry pensó que iba a desfallecer. ¿Ladillas? Sí, las conocía bien. Había estudiado todas las enfermedades existentes en el mundo por su cuenta con el objeto de evitarlas. Recordó que se trasmitían mediante las relaciones sexuales y le dirigió a _____ una mirada de ternura antes de hablar. 
—Me las habrás pegado tú, cariño… —susurró delicadamente. 
—¿Os habéis acostado? —preguntó Cloe, visiblemente molesta y decepcionada. 
—¡No, claro que no! —se defendió _____, consternada. Aquello estaba yendo demasiado lejos. Los chicos habían dejado de hablar de sus cosas para mirarles, pendientes de la conversación. 
—Ahora dice eso —farfulló Harry, mientras negaba con la cabeza con dramatizada indiferencia—. Es curioso. Pero anoche solo decía «Sí, más, sí, sigue». 
Los chicos, liderados por Charles, rieron al unísono. Mientras exclamaban «¡Este es de los nuestros!» y se tronchaban a carcajadas. _____ se cruzó de brazos, arrepintiéndose al instante de haber llevado a Harry consigo. 
—Solo hubiese dicho esas palabras en otro contexto, como «Sí, más, sí, sigue ahorcándote, imbécil» —aclaró furiosa. Sus ojos destellaban rabia.
Harry se molestó. Deseaba con todas sus fuerzas que _____ quedase mal delante de sus amigos. Se aburría. Y no soportaba que ella le tratase con esa superioridad desmesurada, sin acaeptar cuál era su lugar en aquel dúo. Su lugar era, desde luego, el de más abajo. 
—¡Mujeres! ¿Quién las entiende? —añadió Harry, y no supo qué más decir para salir de aquel embrollo. 
Charles asintió pensativo, al compás de los otros dos, que parecían imitarle en todo momento. 
—Tienes razón, tío, son complicadas, ¿eh? —Le dio una palmada en la espalda. 
Harry se encogió de hombros. 
Entonces oyó a lo lejos un silbido suave, empalagoso… que le molestó de inmediato. Se giró bruscamente cuando Nixie dijo: «Ahí llega Matt». El susodicho vestía bien. Bastante bien. Llevaba unos vaqueros pulcros, combinados con un suéter marrón, y aun a distancia Harry pudo apreciar la buena calidad del tejido. Frunció el ceño, conforme este se acercaba más, y advertía su cabello castaño, cuidado y repeinado. Se fijó en sus manos, en la perfecta curvatura del corte de sus uñas, en la suave piel de su rostro hidratado, la elegante forma de andar y los danzantes movimientos que le acompañaban descaradamente. Matt no le gustó. Matt era pura competencia. El príncipe falso, de plástico, que pretendía robarle el trono. No estaba dispuesto a permitir que aquello sucediese. 
—¿Cómo va todo? —preguntó al llegar, dirigiéndole a _____ una mirada repleta de interés. Interés que Harry no entendió, pero que sí le molestó. 
—Bien, tío —dijo Charles—. Oye, mira, este de aquí es Harry, el chico de intercambio que está en casa de _____. Es la monda. 
Se dieron la mano. Sus miradas chocaron al instante emanando odio. Odio porque ambos pudieron distinguir la suavidad resbaladiza de las manos del contrario. Harry se cabreó aún más cuando descubrió que Matt llevaba la misma colonia que él: una colonia casi exclusiva que debía pedir por encargo para que se la trajesen desde Francia. 
—Me llamo Matt Kresel —saludó el otro, frunciendo el entrecejo—. Quizá me conozcas por mi libro. 
—¿Qué libro? —Harry soltó rápidamente su mano. Se limpió en una servilleta. 
—¿No te lo ha contado _____? —Se giró hacia ella, que escondió el rostro entre las manos—. He escrito un libro con solo dieciocho años. Tuve una vida difícil, una infancia terriblemente dolorosa —explicó, dramatizando en exceso para el gusto de Harry—. Así que terminé escribiendo mi biografía, que se ha vendido muchísimo y me ha hecho rico.
—Me alegra no ser entonces el único rico de aquí —siseó Harry. 
_____ resopló. El resto de sus amigos parecían divertidos. Ella había esperado aquello. La competencia por el poder de la estupidez había surgido, desatándose con una ferocidad abrumadora. _____ se pasó una mano por la frente, recordando que lo único por lo que no competirían sería por ella, afortunadamente. Matt llevaba desde los catorce años persiguiéndola e intentando que saliesen juntos, algo a lo que ella se había negado constantemente. Aunque parecido a Harry, era más respetuoso que él. Igual de aristocrático, pero menos espabilado e irónico que el otro. 
—No, no lo eres. —Matt sonrió forzado—. Así compartiremos el puesto. Por cierto, ¿cuánto tiempo piensas quedarte en casa de _____? 
—Un mes —contestó Harry, incómodo. 
—Oh, ¡qué barbaridad! —explotó—. Los intercambios de hoy en día duran demasiado. La educación está fatal. ¿No echarás de menos a tu familia? 
—No —respondió el otro, contundente. 
—Qué poco sentimental. 
—Matt, déjale en paz —dijo _____ para apaciguar los ánimos. 
Cloe parecía visiblemente cabreada por no poder seguir hablando con Harry sobre el asunto de dormir en su casa. 
—Entonces, ¿vendrás esta noche? —insistió poniendo morritos. 
—¿Adónde tiene que ir? —preguntó el recién llegado con curiosidad. 
—A mi casa, para ver unas películas —aclaró Cloe, deseosa de que no volviesen a interrumpir su conversación. 
—Yo me apunto —contestó Matt, sonriente. 
Harry se disponía a responder que no, pero la seguridad de su contrincante le hizo dudar. Miró a _____, quien se encogió de hombros deseando huir de allí. 
—Yo también iré —contestó entonces, alzando la cabeza con orgullo—. Con _____ —añadió. Y sonrió tímidamente al notar el malestar en el rostro de Matt. 
—Gracias por preguntarme si me apetece ir —se quejó ella. 
—Oh, vamos, lo pasaremos bien —intervino Charles—. Tiene razón tu amigo, las mujeres sois incomprensibles. 
Los otros dos asintieron mecánicamente. Cloe se levantó irritada, sacudiendo su melena. Había pensado en una velada íntima con aquel apuesto rubio, no en una reunión de amigotes. Ya se las apañaría para lograr estar a solas con él.
—Podrías invitar a Marcus —añadió Nixie. 
—Ni lo sueñes —atajó _____ molesta—. Seguro que habrá quedado con sus amigos. La semana que viene es su cumpleaños y lo celebraremos en casa; os invitaré a todos. No desesperes, Nixie. 
Harry sonrió de nuevo y comenzó a trazar un plan mentalmente para vencer al enemigo. Había descubierto el punto débil de Matt: la indeseable _____.

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Holaaaaaa..!! asdfghjklñasdfghjklñ no saben lo contenta ero preocupada que estoy D:  Acaban de avisar que el "26 de Junio .! si el 26 justo el dia de mi cumpleaños Salen en venta las entradas para ir a ver  a Justin .! se que en Cordoba - Provincia en la que vivo-  ya hay chicas acampando y yo no puedo :( igual voy a ver si la puedo sacar por internet  :) Espero que pueda conseguirla... asdfghjklasdfghjkl en fin espero que les guste este capitulo , la verdad me eh partido de la risa con este capitulo - como en la mayoria- pero este porque Harry se pone a la defensiva y un poquitin celoso :D
Les tengo que contar algo, como algunas ya sabran ya que las tengo en los 2 blogs , en el primer blog estoy subiendo otra, es una adaptacion de libro BEAUTIFUL DISASTER  pero con Justin :) se podrian pasar ? Las espero :D http://mi-novela-de-justin-bieber.blogspot.com/
Un beso grandisimo chicas, nos vemos que esten bien :)

LoVe... LoVe...

angy : Holaaa..!! conta sale conta, no lo as visto al chico?? Asi que amiguito de la infancia? Uii yo tenia un amigo de la infancia que hacia mucho que no lo veo y hace poco lo vi y sdfghjkasdkl dioooos Jesus esta re lindo.! , pero es un poco creido asi que no le hablo, es  una lastima :/ .. Jajaja viste? Se esta por agarrar de  los pelos con Matt xD Un besooo grandisimo Angy, nos vemos Bye :D

~·Aldy~· : Reberendo putisimo Blogger no tienes ide las veces que me ah pasado mayoritariamente con tu novela.! la de dos mundos me paso la semana pasada , lo habia escrito al tiro pero cuando puse publicar la pagina se reinicio y se perdio el comentario, asi que digo -a la mierda , estoy cagada de sueño le publico despues- asi que ya en un ratitio paso y te dejo mi huellita ;) Nena en serio como puedes pensar que no me importas? Te considero una de las mejores amigas que eh conosido, asdfghjkasdfghjkl sii viene Justin, el 26 salen aqui las entradas, en Buenos aires cuando? asi por si las dudas no consigo aca puedo sacarlas aya en River .! Jaja te entiendo mi papa siempre que le digo algo respecto a las entradas me dice- No nena segui soñando , mira que  te voy a pagar para que vallas a ver a ese Cara de enano ensima no es de aca - Jja pero eso si esta mañana cuando estaban pasando en la ceda 3 lo de justin me llamo ahi nomas y me dijo que valla viendo como voy a hacer para coseguirlas jeje mi papa cambiante... Uiii cuando murio Scott to quede tipo - Osea que mierda? la puta que te pario escritoria vieja pelotuda como vas a matar a Scott te combiene que me lo resusites ehh- JAjaja te juro la insultaba mal ensima hablaba sola contra la pantalla jaja ... yo ayer termine de leer La ciudad de cristal que es una parte de Cazadores de sombras y todabia me quedan 2 mas para terminar la primera saga, no se la mayoria dicen que El principe mecanico creo que se llama que es la segunda saga esta mas bueno, es buena es emocionante tipo juegos del hambre , agjklñasdfghjkl amo todo el libro de 50 asi que no se si podria elegir mi parte favorita es que la parte en la que chrisian se arrodilla es la mas triste pero a la vez la mas hermosa :')  Un besooo grande aldy : ) I see you - Ahrre Justin -

lunes, 10 de junio de 2013

Capitulo 9- Cómo comportarse con desconocidos


Samantha estrechó al joven en un fuerte abrazo que por poco le deja sin respiración. Se limpió una lagrimilla que le rodaba por la mejilla izquierda y volvió a abrazarle. 
—¡Oh, Harry, eres un regalo caído del cielo! —gimoteó con afectación—. Pero ¿cómo se te ocurre pagar la compra? 
Logró escapar de los brazos de la señora Graham cuando esta se distrajo por el pitido del microondas. Se sacudió la ropa. _____ resopló a su espalda, consternada por el comportamiento nada apropiado de su madre. Se dijo que desde luego no tenía ni idea de con quién estaba hablando: con el demonio. Un demonio despiadado e insufrible. 
—He decidido encargarme de la compra durante el mes que pase aquí —informó Harry—. Creo que es lo menos que puedo hacer. Y, como usted sabe que mi alimentación es algo compleja, será mejor que me haga responsable de ella. El supermercado me ha fascinado. 
Aquello fue suficiente para Samantha, que parecía a punto de explotar de alegría. Ella prometió darle más presupuesto para la compra semanal y añadió que _____ le acompañaría cada vez que tuviese que salir, sin siquiera preguntar a la aludida. 
—¿Sabes? Serías el hombre perfecto para mi hija. —La señora Graham señaló a la chica, apoyada en el dintel de la puerta de brazos cruzados—. Es tan desorganizada… tú equilibrarías su desorden. 
Harry tosió. _____ También. Se dirigieron una mirada afilada que podría haberse traducido por «Ni en tus mejores sueños seríamos pareja». La madre no pareció reparar en la tensión en los hombros de ambos jóvenes. 
—Yo guardaré todo esto —se apresuró a ofrecerse él—. He comprado cien Tuperwares para poder organizar adecuadamente la comida. 
—Oh, increíble. Harry, eres increíble… 
_____ cerró los ojos con fuerza y se largó de la cocina. Si su madre continuaba halagándole de aquel modo, solo conseguiría que su ego aumentase más y más —si es que aquello era humanamente posible—. Tenía que encontrar algún modo de fijar un límite, unas reglas de comportamiento que equilibrasen la situación. Aprovechó el resto de la tarde para darse un baño relajante, ya que supuso que Harry se encontraría ocupado con la distribución de los nutrientes por orden alfabético. 
Sumergió la cabeza en el agua. Después, cuando salió a la superficie, respiró con fuerza. Tenía ganas de ver a sus amigos. Echaba de menos pasar las tardes sentada en un parque cualquiera charlando. Llevarse a Harry con ella y presentárselo a sus colegas no le hacía ninguna gracia. Temía que acabasen apedreándolo. Aunque Matt, un chico que llevaba tras ella desde que tenían catorce años y que incluso había escrito un libro autobiográfico, se parecía a Harry en ciertos aspectos. Cabía la posibilidad de que se llevasen bien. Por otro lado, también era probable que, tras conocerse, surgiese entre ambos una especie de competitividad: la lucha por el poder de la estupidez. 
Se vistió lentamente antes de dirigirse de nuevo hacia la cocina. La nevera estaba repleta de Tupperwares transparentes, amontonados unos sobre otros como si fuesen una exposición de arte moderno. En casi todos ellos estaba escrito el nombre de Harry seguido de una fecha. _____ supuso que había organizado qué comería cada día de la semana siguiente. Y se preguntó cómo alguien podía tener tanta paciencia para administrar al detalle todo aquello. Cerró la nevera bruscamente. 
—¿Te gusta cómo ha quedado? —preguntó Harry, al tiempo que se sentaba en una de las sillas. 
—Ha quedado ridículo —espetó _____, sirviéndose un poco de café. 
—Pero ¿qué dices? Tu madre me ha felicitado varias veces por ello. —Sonrió abiertamente, orgulloso de su hazaña—. Por cierto, me he tomado la molestia de organizar también tu comida. Esta noche te toca ensalada. Ya va siendo hora de que dejes de comer fritos a todas horas —agregó. 
_____ se atragantó con el café. 
—Espero que no estés hablando en serio. No eres nadie para decidir cómo debo alimentarme. 
—¡Encima de que me preocupo por ti! Deberías arrodillarte, besar mis pulcros zapatos y agradecérmelo. 
—Pero ¿tú quién te crees que eres? ¿El príncipe de Inglaterra? 
—No, pero trátame como si lo fuese. Así marcamos nuestras diferencias sociales. 
_____ arrugó la nariz, furiosa. 
—Esta tarde he quedado con mis amigos. 
—¿Crees que me importa? Guárdate tus culebrones rosas. —Pestañeó con afectación. 
—Debería importarte, Harry, porque vendrás conmigo —le informó, entusiasmada al percibir el sufrimiento que ensombrecía su rostro.

—No se te da nada bien eso de contar chistes. 
—Tienes dos opciones —le explicó _____—. Puedes venir conmigo o quedarte en casa con Marcus. A solas. 
Harry abrió desmesuradamente los ojos. 
—Soy joven para morir —dijo—. Ni en broma me quedaría a solas con ese mendigo harapiento. Si llego a saber que conviviría con alguien como Marcus habría pedido a mis guardaespaldas que me acompañasen. 
_____ le miró fijamente, asombrada. Negó con la cabeza, intentando convencerse de que todo aquello no era cierto. 
—¿Tenías guardaespaldas en Londres? 
—Pues claro, ¿quién si no iba a protegerme? —Se limpió las uñas distraído, observando la perfección de estas bajo la luz que entraba por la ventana de la cocina—. Ellos siempre iban detrás de mí. Y, en casa, se quedaban quietos como estatuas a la espera de recibir mis órdenes. 
—Empiezo a comprender de dónde viene tu estupidez —objetó ella, consternada al escuchar todo aquello—. Creo que tus padres te han malcriado. 
—¿Mis padres? —Harry la miró sin comprender—. Casi nunca están en casa; así que no han tenido la oportunidad de malcriarme. Pero no importa, tengo a todo un equipo profesional bajo mi supervisión. Son realmente eficientes, tendrías que verlos algún día. 
—No sabes la ilusión que me hace —terció ella irónica, poniendo los ojos en blanco. 
—Tranquila, era un decir, por pura cortesía. —Sonrió—. Tú jamás pondrás un pie en mi mansión. Antes de que entrases, soltaría a los perros y terminarías corriendo calle abajo como una punki cualquiera. 
_____ resopló, se terminó el café y dejó la taza en la pila con un golpe seco. Harry la señaló. 
—¿Es que no piensas fregarla? —preguntó consternado. 
—No, lo haré más tarde —respondió ella mientras se abrochaba la chaqueta. 
—Pero si la dejas ahí demasiado tiempo se llenará de moho —explicó Harry sin dar su brazo a torcer—. Y los bichos acudirán a ella. 
—¡Límpiala tú si tanto te importa! 
—Lo siento, yo jamás he hecho eso. —Sonrió y se levantó—. Mis manos no están preparadas para enfrentarse a cualquier jabón doméstico. Tengo la piel sensible. 
_____ se llevó una mano a la frente.
—¡Ya me lo has dicho un millón de veces! —gritó cabreada—. Y no me importa en absoluto cuán sensible llegue a ser tu piel. —Negó con la cabeza en silencio—. ¡Dios mío! Seguro que incluso utilizas toallitas de bebé para limpiarte el culo. Si es que no se encarga de eso alguna de tus criadas. 
Él asintió lentamente. 
—Sí, has acertado. Es curioso. Me lo limpio con toallitas de bebé con olor a lavanda —detalló—. Deberías probarlas. He traído unos veinte paquetes, seguro que me sobrará alguna. Ya verás qué bien huelen. 
—Pero ¿tú de dónde has salido? ¿Me puedes decir quién es el malvado ser que te ha metido tantas tonterías en la cabeza? 
—Nadie. Yo solito. 
—Imposible. Esas cosas no nacen de uno mismo —replicó ella, y casi sintió pena por Harry—. La gente no tiene esos instintos hipocondríacos. 
—¿Qué tiene de malo? 
—¡Todo! No se puede vivir así; estás totalmente limitado. 
—_____, a ti te limita tu cara frente a la sociedad y, ¿ves?, no es ningún problema. Incluso diría que pareces ligeramente feliz. Obviamente eres un ser demasiado conformista para mi gusto, pero… 
—Basta. De verdad. No me interesa seguir escuchando tus tonterías. Es hora de irnos. 
Harry la siguió hasta la calle. Se preguntaba si los amigos serían mucho peor que ella. No estaba seguro de cómo debía comportarse. Hasta el momento jamás había conocido a nadie fuera de su acomodado colegio, donde todos seguían su mismo estilo de vida. Temía encontrarse con varios clones de Marcus, rodeándole sin piedad. Se frotó las manos, temeroso de tener que enfrentarse ante lo desconocido. No le gustaba aquello de no llevar las riendas de la situación. Mientras que en su casa había sido todo un rey, allí el nivel había bajado al de patético príncipe.
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Hoooooluuuu.!!! como estan?? Espero que muy bien chicas :)  Vieron que justin saco ya las fechas para el BT Latino America ?? YO ESTOY QUE ME DA UNA PATALETA..!!! soy Argentina y saco 2 siiii 2 fechas y una de ellas esta a solo 3 horas de donde vivo :) estoy que me hago ensima de la emocion :) 
Espero que les guste este capitulos ;) 
Un besooooo grande Lindas espero que comenten y anden bien 
Bye

angy : Perdon perdon en serioo es que el colegio y la falta de internet me pone mal en serio :(  Se enfermo??? OOhhhh que boludo que lastima tanto tiempo esperando para que el pibe se enferme :/  Ya as hablado alguna vez con el?? La verdad a mi me encanta que sea asi de odioso Harry jaja en serio es tan asdgfjlñ tu me entiendes ;) Un besooooo grande Angy

«Snoui» : Tu ? A ver no se si te conosco :/ es que MIRA QUE NO VOY A CONOCER A LA ESCRITORA DE UNA DE MIS NOVELAS FAVORITAS.!! ??? EHH ?? como crees.! ajjaja gracias por leerlo Shawty .. Sabes a mi me'namora que escribas me'namora jaja enserio esa palabra tiene tanto SWAG que deberia del ilegal ... All day All Night asi me vas a tener a mi en tu novela y en twitter ehhh asdf un besooooote y gracias por comentar :) Me tooo 

jueves, 6 de junio de 2013

Capitulo 8-Viaje en limusina


Capitulo 14.-
<<Viaje en limusina >>


Desgraciadamente, de camino a casa, Harry vislumbró el enorme cartel de una pequeña tienda donde anunciaban la fabulosa oferta de cuarenta Tupperware por cien dólares. 
—Entremos —ordenó. 
—¡Tú estás pirado! —se quejó _____, cargada con gran cantidad de bolsas. Tenía los dedos entumecidos por el peso y le dolían las manos. 
—Luego cogemos un taxi —objetó él, al tiempo que sus correspondientes bolsas en mitad de la calle—. Necesito esos envases para administrar mi comida. 
—¡No, no hagas eso Harry, por Dios! —gritó _____, pero fue demasiado tarde. Él le había sacado varios metros de distancia y se dirigió a una velocidad descomunal hacia la tienda, como si fuese una droga para él. 
Salió poco después, cargado con dos cajas de cartón y una estúpida sonrisilla surcando su rostro. Gracias a la compra de última hora, llegaron a la conclusión de que no podían continuar su camino con quince bolsas de comida y aquellas enormes cajas de cartón que parecían a punto de reventar. 
—Pero ¿qué has hecho, estúpido? 
Él la miró con una cara extraña: algo de pena mezclada con un deje de profunda satisfacción. 
—He visto la oferta y no he podido resistirme —explicó él, orgulloso—, además, ¿dónde piensas que va a caber toda esta comida? Claro, ¡es verdad! Podríamos utilizar tu cuarto como despensa, yo creo que hasta parecería más ordenado; y como el suelo es tu ropero, el armario queda completamente libre para guardar alimentos —dijo, con gesto reflexivo imitando a uno de aquellos filósofos de la Ilustración. 
—¡No puedo creer que estés hablando en serio! —explotó ella—. Eres tú quien ha ocupado mi casa, un inquilino indeseable. Lo más normal sería que utilizases tu habitación, y vaciases tu ridículo armario lleno de cajas de bastoncillos para los oídos, cremitas para la cara y potingues y medicamentos varios —replicó _____. 
Harry abrió la boca para protestar, pero ella le interrumpió dirigiéndole una mirada que cortaba la respiración. 
—Cogeremos el autobús —anunció _____ dirigiéndose hacia la parada que tenían a apenas tres metros de distancia. 
—¿El autobús? —preguntó Harry intrigado. 
—Sí, ese coche grande, con ruedas, que lo maneja un conductor… —explicó _____. 
Harry sonrió orgulloso. 
—¡Ah! Yo tengo uno de esos, pero nosotros lo llamamos «limusina» —aclaró contento. 
_____ le miró consternada. ¿De verdad Harry hablaba en serio? ¿Era cierto que jamás había entrado en un supermercado y ni siquiera tenía claro lo que era un autobús? _____ preguntaba en qué mundo se habría criado aquel excéntrico muchacho; desde luego, en ninguno demasiado realista. Decidió aprovechar aquella oportunidad. 
—¡Oh, sí, sí! Es eso, una especie de limusina, pero más popular —le dijo, deseosa de ver su reacción cuando el autobús parase frente a ellos. 
—¿A qué te refieres con eso de «más popular»? —Harry frunció el entrecejo, inseguro. 
—¡Ya lo verás! —Sonrió ella malévola—. ¡Mira, ahí llega! 
Harry observó la enorme limusina que se acercaba hacia ellos, abrumado por la emoción. Aquella era más grande que la que él utilizaba para acudir cada día a sus clases en Londres. Soltó un silbido de asombro, sonriente. Entonces el majestuoso carruaje frenó secamente frente a ellos, y comenzó a distinguir algunas cabecillas curiosas que se asomaban por las ventanas. Gente desconocida. 
—Pero ¿qué coño…? 
—¡Vamos, sube! 
Siguió a _____, consternado. 
—¡Dios mío, es el Apocalipsis! —gimió en cuanto puso un pie en el autobús. Agarró a _____ de la manga de la chaqueta y tiró de ella insistentemente. Después reaccionó y la soltó asqueado—. Yo prefiero ir andando. 
Ella sonrió ampliamente, tras dejar las bolsas de la compra en el suelo mientras comenzaba a abrir su colorido monedero de tela. Dejó caer tres dólares en la repisa del conductor. 
—De ningún modo —objetó—, la culpa es tuya por decidir comprar cien Tuperwares. 
—Siempre podría devolverlos… 
_____ se volvió, dándole la espalda al conductor.
—Mala suerte, ya he pagado los billetes. 
—¿Y a mí qué me importa? Eres tú quien ha perdido dinero estúpidamente. 
Las puertas del autobús se cerraron con un sonido chirriante y esponjoso. El conductor se puso en marcha dirigiéndole media sonrisa. 
—Lo siento muchacho —le dijo al tiempo que se encogía de hombros—, las mujeres mandan. 
—Esto no es una mujer —le corrigió Harry, señalando a _____. 
—Pero ¿cómo te atreves? 
_____ le habría abofeteado gustosamente de no ser porque sus manos estaban ocupadas sosteniendo las enormes bolsas de la compra. 
—Solo te mantengo en contacto con la realidad. 
—Te diré una cosa, Harry —puntualizó _____, enfadada—. Puede que no sea la chica más guapa del mundo… 
—No, no lo eres, desde luego. 
—… pero comprendo el significado de la palabra «respeto», algo que tú desconoces. 
Harry parpadeó con indiferencia. 
—Bien, quédate con tu respeto —farfulló—. Yo prefiero quedarme con las mujeres guapas. 
—Eres un ignorante sin remedio —concluyó ella—. Me das pena. 
—¡Oh, no sé si podré soportarlo! —exclamó burlón, y se llevó una mano al pecho dramatizando exageradamente. 
—Que te den. 
_____ echó a andar hacia el interior del autobús, mientras oía al fondo las carcajadas del conductor. Estaba tremendamente cabreada. Y lo estuvo aún más cuando distinguió las coquetas miradas que le dirigían al idiota de Harry un grupo de chicas apoyadas en el cristal derecho del autobús. 
—Ciegas… —susurró ella por lo bajo. 
Él buscó su mirada antes de contestar. 
—¿Ciegas? —Sonrió ampliamente—. Querrás decir afortunadas. Afortunadas por poder gozar de mi exquisito rostro. 
_____ arrugó la nariz, molesta. 
—Tú jamás te has puesto delante de un espejo, ¿verdad? 
Él sacudió las manos, despreocupado.
—¿Para qué iba a hacerlo? No lo necesito —aclaró—. Puedo ver mi reflejo en las reacciones satisfechas de todos los que me rodean. 
Ella pestañeó más de lo necesario, intentando asimilar sus palabras. Se preguntó si estaría bromeando, pero Harry tenía el rostro serio aunque levemente tenso mientras miraba a su alrededor. 
—Oye, aquí hay muchos gérmenes… —murmuró—. No me gusta esta limusina, la mía es mejor. 
—Sujétate o te caerás cuando frene —le avisó ella, girándose hacia la ventanilla con la intención de ignorarlo. 
El inglés farfulló algo. 
—Pero ¿qué dices? Estas barras de metal han sido tocadas por muchas personas. No pienso posar mis delicadas manos sobre ellas —Alzó una mano frente al rostro de _____—. ¿Ves? Mi madre siempre me ha dicho que tengo dedos de pianista. 
—Tu madre miente. 
—¿Por qué iba a hacer algo así? 
—Para que te callaras y la dejaras en paz, seguramente —le explicó, todavía enfurruñada—. La gente te cubre de halagos sin ton ni son con la intención de perderte de vista. 
—Eso no es cierto. —Sonrió tímidamente—. Yo nunca te he halagado, pero sí deseo que te pierdas de mi vista. Y de la vista del resto del mundo, a ser posible. 
_____ bufó de forma pesada, cansada de escuchar su voz de algodón, que lograba sacarla de quicio. Entonces el autobús frenó en seco cuando un semáforo se puso en rojo. Harry, que seguía de pie sin sujetarse a nada, se deslizó bruscamente hacia delante, precipitándose sin control sobre el cuerpo de ella, que gimió dolorida cuando se golpeó contra el suelo. 
—¡Levanta, imbécil! —ordenó, al tiempo que sacudía el cuerpo del muchacho—. ¿Quieres apartarte? 
—¡Por todas las vírgenes, debo estar lleno de microbios! —se quejó él, haciéndose a un lado. 
—Espero que te coman vivo. 
_____ logró levantarse del suelo a duras penas y se frotó la espalda. 
—La próxima vez intenta resistir la tentación de tirarte sobre mí. Gracias —aclaró la joven, dolorida. 
Harry consiguió ponerse en pie y, tras sacarse un pañuelo blanco de tela del bolsillo, comenzó a sacudirse las ropas, como ejecutando una especie de ritual para invocar al demonio. Ella le observó aterrorizada.

—¿Quieres dejar de hacer eso? Todo el mundo nos está mirando. 
—Nunca me ha molestado que la gente me mire, al contrario —explicó él—, resulta satisfactorio ver sus brillantes ojitos de deseo. 
La chica tosió, y dio un paso atrás; intentaba fingir que el rubio del pañuelo no era su acompañante ni tenía ningún tipo de relación con ella. Desgraciadamente, le era del todo imposible e inhumano no advertirle. 
—¡Quieres cogerte a la barra de una maldita vez! 
Él negó con la cabeza. 
—Lo que necesito es sentarme —objetó, cual consejero de la Corte. Entonces se giró hacia una anciana enclenque y le dirigió una mirada acusadora y penetrante, como queriéndole decir que aquel era su sitio. Reservado. _____ le dio un suave puntapié. 
—Deja de mirarla así, ¿es que no tienes vergüenza? 
Harry carraspeó y se acercó al oído de _____, que percibió su aroma cítrico y mentolado. 
—Es que no es justo. Yo tengo una vida por delante, y esa mujer es obvio que no. Dile que se levante. 
_____ se volvió de nuevo hacia la ventanilla, anhelando salir de allí y sintiendo cómo algunas lágrimas de pura crispación y rabia se agolpaban en sus ojos. Pestañeó inmediatamente, con lo que logró que ninguna de ellas se derramase. 
No podía ser real. Necesitaba cerciorarse de que no era cierto. 
—Bueno, ¿piensas decírselo algún día? 
—No, claro que no —contestó secamente—. ¿Por qué no te sientas en ese otro sitio? —le preguntó, señalando un asiento libre. 
Harry sonrió satisfecho y caminó a trompicones hacia el asiento libre. _____ le siguió: quería perderle de vista, pero temía dejarle solo y que montase algún espectáculo. El inglés extendió su pañuelo blanco sobre la silla antes de sentarse, ante la atónita mirada de todos los pasajeros. A su lado iba una mujer de mediana edad con un niño de apenas un año sentado sobre las rodillas. Harry le dirigió una mirada acusadora al chiquillo, como avisándole de que no quería problemas. 
Apenas pasaron cinco minutos cuando una imprevisible ráfaga azotó su nariz. El olor era fuerte e insistente, como si se hubiese sentado al lado de un cesto lleno de huevos podridos. _____ no tuvo tiempo de detenerle cuando Harry giró lentamente la cabeza hacia la distraída mujer.
—Perdone… —le dijo—, pero su hijo huele a materia orgánica sucia. Muy sucia. 
—¿Qué? —preguntó la mujer, confundida. 
—Excremento —aclaró, tapándose la nariz con los dedos—, desecho, caca, mierda. El niño huele a mierda, señora. 
La mujer abrió los ojos, alarmada. _____ bajó la mirada y la clavó en el suelo, deseando que aquel autobús fuese como los coches de los Picapiedra, abiertos, para poder escapar de él. Sentía una vergüenza ajena tan profunda que no fue capaz de interrumpir la conversación de los otros dos. Sus mofletes se habían tornado de color ciruela. 
—¡Es un niño, es normal que pasen esas cosas! —exclamó la madre, que abrazó con más fuerza a su hijo—. Tú también hiciste ese tipo de cosas cuando tenías un año. 
Harry sonrió orgulloso, sin dejar de taparse la nariz en ningún momento, de forma que su voz sonaba radiofónica. 
—Lo siento, pero eso jamás me ocurrió a mí. Mi asistenta tenía la orden de cambiarme cada media hora —le informó—. Es que, ¿sabe?, mi piel es increíblemente sensible. 
—Este chico está pirado… —susurró la madre del niño. 
—¡Y que lo diga! —la apoyó _____ que había encontrado el suficiente valor para hablar, abochornada. 
Afortunadamente bajaron en la siguiente parada. Harry se levantó al instante, satisfecho de salir del autobús. La mujer, con el niño todavía sobre las rodillas, le dirigió a _____ una mirada caritativa. 
—¡Qué Dios se apiade de ti! —le dijo, en referencia a la infinita paciencia de la chica, después de que esta le contase que Harry era su inquilino de intercambio. 
—Eso espero —replicó ella, al tiempo que se santiguaba. 
Harry bufó exasperado, empujándola del autobús. _____ estuvo a punto de caer sobre un charco del arcén de la carretera, pero él la sujetó del codo. 
—Llevas mi comida en tus manos —le dijo—. Así que deja de lanzarte felizmente en busca de microbios. 
—¡Me he tropezado! 
—Eres pura imperfección. 
_____ pataleó en el suelo, desesperada. Después le siguió calle abajo; deseando tumbarse en su sofá. Últimamente la idea de dormir se le antojaba el mejor de los planes: era el único momento de calma en su vida. Suspiró agotada, asiendo fuertemente las bolsas con las manos.


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Jajajaj realmente este capitulo me ah superado :3 es que Harry sale tan asdfghkllñs y hace que me de dolor de cabeza de lo irritante que es..-!!
Bueno lamenteo no poder subir antes pero la compu se me rompio -.- bueno en teoria se me bloqueo bueno las que no son de argentina acael gobierno nos dio unas netbook que son una fuck porque cada 4 meses se te bloquea y tenes q llevarla al colegio a que te la desbloqueen y bueno mi otra computadora esta en el tecnico asi que hace 3 dias estoy sin internet - en la compu- porque bueno tengo en el celuu :D 
Bueno chicas espero que les guste este capitulo a mi la verdad este libro me fasina !
Un besooooo grande Bye

angy :Hooolaaa..!!! Dioos te entiendo completamente a mi me pasa  lo mismo pero con la profesora de musica.! yo soy de esas que se rien por cualquier cosa estoy casi todo el dia riendo o haciendo pavadas y bueno la vez pasada estaba en clase de musica y una compañera dijo que ella sabia cantar y que esto que lo otro y canto y te juro desafino tantoque se me salio una carcajada y la profesora ME QUERIA HACER CANTAR.!! ESTA LOCA.! y yo le dijo q no y bueno vi que anoto algo en el cuaderno pero valla saber que habra sido :/ .. . Crepusculo eh? Yo soy fanatica de la lectura pero no se no me llama la atencion leer crepusculo ni tampoco harry potter o Narnia :/ .. As leido Hush Hush ? O casadores de sombras?? jajaja si te as reido mucho con el anterior con este se te van a salir las tripas asgfgfjjl jaja ja de ultima si te agarra te pegas una cachetada y se te para... okeeeeeey eso seria mas raro aun xD un besoooo grande angy espero que te allla gustado este capi :)

~·Aldy~·: Hello Dear ! ja si pero tambien ten en cuenta que tu lo escribes todo yo solamente tengo que cambiar nombres y caracteristicas de vez en cuando nada mas , lo que hago es fasil lo tuyo es dificil y requiere de tiempo... HUSH HUSH??? joooooder estas leyendo a Jev Cipriano..!!  no te preocupes yo me lo lei hace como 2 meses.. te juro me cague llorarndo cuando muere scott :'( era uno de mis personajes favoritos ... Jajajaj 50 Sombras ?? Bitch please estas hablando con una obsecionada a la trilogia jaja no es serio me la lei primero con Justin y me enamore y hace poco la termine de leer otra vez pero con christian y ahora estoy empesando a leer " conosiendo a 50 sombras" que es la vercion narrada por christian .! Realmente amo esa trilogia una de las partes mas triste que no se pero se me salian los ojos de tanto llorar es en el segundo libro cuando Christian se arrodilla ante anastacia y se hace sumiso, tan solo acordarme se me parte el corazon y mas cuando dice que christian llora :'( Tiene un hermso final no?
Casadores de sombras?? Esta genial yo me lei los 2 primeros y deje por la mitad al tercero :/ asi que en cuanto me de tiempo voy a retomar la lectura .. ja me encanta Jace :) al ultimo aca en mi blog tengo una parte de la novela y unas fraces de el ...
2 semanas??  para justin??? o Para one direction?? Yo se que hoy justin va subir las fechas para el concierto :) ojala venga a cordoba :$ .. y los chicos el 24 las ponen en venta :)  jajajaj
Un beso grande lady :) Nos vemos :)