lunes, 27 de octubre de 2014

Capitulo 21: Las ranas no se convierten en príncipes





Los párpados de Harry se agitaron nerviosos. Abrió los ojos poco después, preguntándose por qué ______________estaba durmiendo plácidamente entre sus brazos. Entonces recordó lo ocurrido la noche anterior y no pudo evitar sonreír tímidamente.
Contempló los rojizos labios entreabiertos de____________, el cabello desordenado, que se desparramaba por la almohada, las graciosas pecas que recorrían el contorno de su nariz… Era realmente adorable.
Alzó una mano, dispuesto a hundir los dedos entre las ondulaciones de su pelo, pero la dejó suspendida en el aire cuando advirtió que alguien acababa de abrir la puerta. Frunció el entrecejo, molesto por la interrupción.
—¡Buenos días, parejita! —gritó Marcus
El Mendigo llevaba una bandeja de plástico, repleta de diferentes alimentos, que dejó sobre la mesita de noche de ________________ Ella, aturdida, se giró hacia su hermano.
—¿Qué haces,Marcus? —le preguntó.
—les he traído el desayuno. —Se encogió de hombros—. Para desearles una vida próspera, feliz y… Bueno, todo eso.
Harry se sentó sobre la cama. Solo entonces se dio cuenta de que había dormido con la misma ropa que llevaba la noche anterior y ahogó un gemido.
—¡Dios mío! —Agitó el cuerpo de ___________—. ¡Levanta de una vez, estas sábanas están llenas de gérmenes!
Descubrió que ella también llevaba todavía los vaqueros ajustados y la camiseta marrón. Era asqueroso; después de haberse juntado con toda la chusma y haber entrado en una discoteca repleta de humo, sudor y demás porquería. Marcus arrugó la nariz.
—Oye, siguen vestidos —farfulló—. Así que anoche ni siquiera hubo marcha.
Marcus se marchó cabizbajo, quizá algo dolido por el recibimiento de los otros dos. Harry se levantó de la cama y, tras calzarse los zapatos, tiró a __________ del brazo con tanta fuerza que ella acabó en el suelo.
—¡Au! —se quejó ella, frotándose el codo—. Pero ¿qué haces, estúpido?
—Salvarte de una muerte segura —respondió él y, acto seguido, comenzó a quitar las sábanas de la cama, hizo una bola con ellas y las lanzó a un rincón de la habitación. Una vez el colchón se quedó desnudo, se miró las manos y su rostro se contrajo en una mueca de asco—. Perdona, pero ahora tengo que ir al baño a lavarme —le dijo, al tiempo que salía de la habitación.
______________ se quedó allí, sentada en el suelo de su cuarto, con la vista clavada en el colchón de la cama. Se preguntó si aquello sería un despertar normal para Harry. Probablemente sí. Respiró hondo, procurando encontrar la calma perdida. A nadie le gusta que rompan sus sueños tirándole de la cama.
Harry regresó cinco minutos más tarde.
—¿Todavía sigues ahí, ______________?
Le dirigió una mirada de reproche antes de sacar del armario un juego limpio de sábanas y hacer de nuevo la cama —previa inspección del colchón, por si quedaba algún resto bacteriano—. Cuando terminó, _____________ había logrado levantarse y situarse a su lado.
—¿No crees que es un poco exagerado? —le preguntó.
—¿No crees que tú eres un poco… sucia? —contraatacó él.
___________se quedó con la boca abierta y le dio un manotazo en el hombro.
—¡Acabas de llamarme sucia!
—No pretendía ofenderte —Le sonrió como si ella tuviese tres años—; pero a veces es bueno que otros nos señalen nuestros defectos para que podamos advertirlos y, seguidamente, solucionarlos.
_____________negó con la cabeza, enojada, y se dirigió a paso rápido hacia la cocina dispuesta a desayunar algo antes de enfrentarse nuevamente a Harry
Pensó que quizá él podría cambiar, creyó que Harry se convertiría mágicamente en un chico normal y corriente después de aquel beso —como las ranas que terminan siendo príncipes—, pero, obviamente, se había equivocado. Harry no dijo nada mientras untaba dos tostadas con mantequilla y ella removía su café con parsimonia.
—¿Y bien…? —comentó él, cuando ambos terminaron de desayunar.
—Y bien, ¿qué?
—¿Ni siquiera piensas hablar sobre lo que pasó ayer? —le preguntó—. Por si no lo recuerdas, me pediste que durmiese contigo.
_____________ rió, nerviosa.
—Por si a ti también te falla la memoria, antes de que eso ocurriera, tú me besaste.
Harry la acuchilló con la mirada. Iba a decirle cualquier barbaridad que se le pasara por la cabeza cuando Marcus apareció en la cocina, cargado de nuevo con la bandeja del desayuno intacta que había dejado sobre la mesita de __________
—¡Ni siquiera lo han probado ! —se quejó—. Y me ha costado mucho averiguar cómo funcionaba el exprimidor de naranjas.
—Lo siento, Marcus —contestó su hermana—. Pero ahora estamos ocupados, ¿hablamos luego?
Marcus frunció los labios.
—Así que, como son parejita, me hechan a un lado
—Oh, no, no es eso…
—Ya, claro. —Les miró dolido—. Esperaré en el salón, con Whisky, mientras encuentras una buena excusa.
Y acto seguido volvió a desaparecer. Harry intentó contener la risa, y ____________ le dirigió una mirada punzante y amenazadora. Él tosió y consiguió mantenerse serio.
—Entonces… —balbució—, tú y yo ahora… ¿qué somos?
—Personas —contestó _____________. No se atrevía a dar una respuesta sobre lo que realmente Harry pretendía averiguar.
—Idiota, me refería a nuestra situación tras los acontecimientos de la pasada noche.
—Deja de llamarme idiota —se quejó _____________
—Deja de parecerlo, entonces.
_____________ suspiró, dejó el vaso sobre la pila de la cocina y se apoyó en ella. Harry también se levantó para llevar su plato, y permaneció cerca de ___________ estudiando sus movimientos. Respiraba agitada, así que supuso que estaba nerviosa. Eso le gustó.
—¿Te gusto? —le preguntó ella.
Y Harry tembló ante aquella complicada cuestión.
—¿Te gusto yo a ti?
—¿Quieres dejar de contestarme con otra pregunta? ¡Harry , esto no es una competición!
Harry iba a responder que sí, que sí le gustaba, pero justo en ese instante sonó el teléfono y ________le apartó a un lado para poder descolgarlo.
—¿Diga?
—¡Cariño, soy mamá! —exclamó la señora Graham al otro lado de la línea. _________suspiró—. ¡Ya me he enterado de la noticia! ¡Y no sabes cuánto me alegro!
___________- frunció el entrecejo, y Harry la observó contrariado, intentando adivinar con quién hablaba.
—¿De qué noticia estás hablando?
—¡Harry es fantástico, un buen partido! —prosiguió su madre, omitiendo su pregunta pero dándole a entender la respuesta—. Hacen una pareja perfecta. Tú padre y yo llegaremos a casa esta tarde.
—¡Por favor, mamá! —__________ sintió ganas de llorar, pero logró contenerse—. ¿Se puede saber quién te ha dicho eso?
—Bueno, cielo, papá me está esperando fuera del hotel, vamos a visitar el museo de la ciudad —dijo, hablando atropelladamente—. Nos vemos en apenas unas horas. Cuídate___________ ¡y usa protección, cariño, úsala!
Acto seguido la señora Graham abandonó la línea, y _________se quedó atontada con el teléfono pegado a la oreja. Harry la sacudió por los hombros.
—¿Qué te pasa?
—Nada —le dedicó una sonrisa forzada y después cogió mucho aire antes de gritar con todas sus fuerzas—. ¡MARCUS, VEN AQUÍ AHORA MISMO!
Como era de esperar, Marcus no apareció.
_____________cerró con fuerza los ojos y volvió a abrirlos de golpe; después le explicó a Harry sin entrar en detalles, la conversación que acababa de mantener con su madre. Él sonrió con fanfarronería cuando ella repitió la frase «Es un chico fantástico, un buen partido».
—Qué lista es tu madre —musitó.
La joven negó con la cabeza, incrédula.
—Pero ¿es que ni siquiera te preocupa lo que mis padres puedan pensar? ¡Por Dios, mi madre me ha pedido que use protección! —___________ agitó los brazos. Cuando sus padres llegaran no se atrevería a mirarles a la cara.
Harry se encogió de hombros.
—¿Y…? Está claro que tienes que usar protección —dijo—. No tienes idea de la cantidad de enfermedades venéreas que hay hoy en día. Te sorprenderías, en serio.
Ella abrió mucho la boca y se quedó así un buen rato, medio atontada, hasta que terminó propinándole a Harry el segundo manotazo del día. Se lo merecía de veras. Él rió como un chiquillo y salió corriendo de la cocina, pero ____________logró alcanzarlo y, cogiéndole por el cuello de la camisa —cosa que molestó mucho a Harry —, le pidió que la acompañase para hablar seriamente con Marcus.
Su hermano se encontraba tumbado en la cama de su habitación, y una pequeña sonrisita curvaba sus labios, por lo cual __________ supuso que estaba al tanto de la llamada y que, cuando ella había gritado su nombre, había permanecido callado a propósito.Harry se quedó rezagado en la entrada de la habitación, mirando con aire desdeñoso a su alrededor, como si aquello fuese un criadero de cerdos, mientras que____________ se adentró hasta situarse al lado de su hermano.
—¿Algún problema, hermanita? —preguntó Marcus, haciéndose el gracioso.
—¿Por qué has tenido que decirle algo así a mamá?
—Si no hubieran ignorado mi desayuno quizá habría sido más solidario.
—No te lo perdono, Marcus —contestó ____________y le apuntó con un dedo acusador. Harry rió a sus espaldas—. ¿Y a ti qué te hace tanta gracia, tonto?
—Sigo disfrutando cada vez que te enojas
_______________-salió de la habitación a paso rápido y entró en la suya. Harry la siguió sin pensárselo demasiado. Ella se sentó en la cama y se llevó las manos a la cabeza; él permaneció muy quieto, a su lado, convirtiéndose en una estatua.
—Tampoco es para tanto —comentó Harry al cabo de un buen rato—. Además, tu madre me ama. Me ama casi más de lo que te ama a ti.
_______________suspiró hondo y le dirigió una punzante mirada.
—Vale, retiro lo último —rectificó él, alzando las manos en son de paz.
—Harry, es que… no te lo tomes a mal, pero… —Se esforzó por no apartar la mirada de sus ojos verdes mientras procuraba dar con las palabras correctas—, pero… tú eres raro. Esto es raro. La situación es rara.
—Tú también eres rara para mí.
—El problema es que yo… no sé cómo podría terminar todo esto —explicó, gesticulando en exceso con las manos; cuando se dio cuenta de ello, las dejó caer sobre su regazo—. Es probable que dentro de unas horas intentemos matarnos el uno al otro.
Él sonrió y se encogió de hombros.
—Bueno, tampoco sería una novedad.
—Ya, pero no es lo normal.
—¿Tú quieres algo normal?, ¿es eso? —Encontró atisbos de valor escondidos en algún lugar remoto y logró mirarle a la cara.
_____________ pareció dudar; entreabrió los labios, pero no logró contestar a las preguntas de Harry . Él se perdió en el mar de sus ojos y se preguntó si realmente sería posible que estuviesen juntos. Juntos, como esas parejas que paseaban por el parque mientras degustaban un helado. Negó con la cabeza, absorto en sus pensamientos. Lo cierto era que a él no le agradaba la idea de compartir su comida con nadie…
Volvió a mirarla. Se olvidó del helado, del parque y del resto de las parejas felices. __________ alzó despacio una mano, trémula, y terminó posándola sobre la mejilla de Harry; él, sorprendentemente, agradeció el calor de su piel y se le antojó reconfortante. Sonrió y se acercó hacia su rostro regalándole un tímido beso en la comisura de los labios.
—Hagamos algo juntos —le dijo.
____________ correspondió su sonrisa, y Harry se relajó un poco. Advirtió que llevaba media hora sentado en la cama con todos los músculos del cuerpo en tensión y la mandíbula ligeramente apretada.
—¿Te apetece ir a la feria? —preguntó _____________, alegre.
Él tragó saliva despacio antes de asentir, temiéndose lo peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario